domingo, 5 de septiembre de 2010

[Crisis de robot]

    Era el robot más avanzado de su serie, mecatrónico, de diseño elegante, con software ingenioso, y sin pegatinas. En un momento de descuido cogió su pistola neumática para librarse de los largos pernos que lo mantenía solidario a las planchas de aluminio del suelo. Luego escapó.

    Su operario humano le había contado que en la vida exterior todo era distinto, la gente se entregaba a las nuevas ideas, a la imaginación, a la libre expresión sin ningún tipo de complejo, - ¡El mundo no es oscuro, sino de caramelo! -  decía convencido.           

    A la semana siguiente volvió asustado y mucho más rígido de lo que era su cuerpo de aleación de titanio; se entregó avergonzado a su jefe de turno y le pidió disculpas. Después quiso reincorporarse a su puesto pero ya no fue posible, en ese mismo momento pudo ver a su operario humano, feliz, trabajando en su mundo automatizado de ajuste de tuercas y cordones de soldadura…

Jairo Gavidia