martes, 5 de octubre de 2010

[Las otras escenas cotidianas]

    Todos los edificios eran elásticos y de color pastel. En sus tejados inclinados la lluvia se agarraba para no caer al suelo, y las puertas de los portales, para abrirlas, no era necesario que antes estuvieran cerradas.

    Las calles eran enredos de polilíneas y tráfico de señales sujetando las aceras. En los parques los niños discutían con sus madres para que les dejaran leer poesía, y en las plazas todos los locos  aplauden porque se sienten comprendidos y con humor de cerebro.

    No eran unas escenas muy cotidianas…hasta que pude verme tumbado y agarrado a la almohada…


Jairo Gavidia